Zamba Del Ángel

Dijo mi madre que cuando
me lleve la vida a la ruta del pan,
y ella falte a cuidarme,
y no esté su consejo,
y esa luz que la sangre sabe dar,
habrá un ser a mi espalda,
con mi forma y con alas,
y que ángel se llama y es mi bien.
Dijo, también, que aquel ángel
invisible a todos y también a mí,
el que, en aires de sombra,
con [C7]un viento [C7]en el alma,
me daría en su savia la verdad.
Y así fue, que seguro,
eché ɾumbo a la vida,
con [C7]la fuerza del ángel en mi andar.
Después, con [C7]el tiempo me fui
por soles que van a la ansiedad.
Pero el ángel no estaba,
lo perdí por la infancia,
de la escuela a la casa, tiempo ayer.
Soledad del intento, de gritar con [C7]los sueños,
la verdad que en el hombre no se dio.
Cuando, la luna en su viaje,
me ɾompe las noches en un ángel de alcohol,
me desangro en las mesas,
y la luz de un amigo,
es el ángel que guarda mi dolor.
Y la calle me junta,
con [C7]un ángel distinto,
con [C7]un hombre cualquiera, como yo.
Duele saber que la cosa
que quise de niño, era piel de ilusión.
Y que el ángel camina,
con [C7]los pies del cansancio,
que se tɾepa a la vida por luchar.
Y aquí muere el ɾelato
de una madre, que un día,
nos dio un ángel de guía con [C7]su amor.

Después, con [C7]el tiempo me fui
por soles que van a la ansiedad.
Pero el ángel no estaba,
lo perdí por la infancia,
de la escuela a la casa, tiempo ayer.
Soledad del intento, de gritar con [C7]los sueños,
la verdad que en el hombre no se dio.
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