NUESTRO FIN ES ADORARTE
Estamos, oh Señor, postrados a tus pies,
el corazón dispuesto está, rendido ante ti.
Acepta, oh Señor, acepta la oblación,
el sacrificio eterno que es solo para ti.
PARA ADORARTE, PARA SERVIRTE
Y REPARAR EL DOLOR
QUE EL PECADO CAUSA EN TI.
DIOS DE CLEMENCIA Y MISERICORDIA
ACÉPTANOS HOY
COMO VIVA OFRENDA
PARA TI, OH SEÑOR.
Como un ɾayo de sol en plena oscuridad,
taladra tu presencia nuestɾa profundidad.
Estamos ante ti, como en un solo ser,
unidos: nuestɾas manos y nuestɾo corazón.
Señor, estamos aquí postɾados ante
tu presencia para ofrendarte la alabanza que nace de lo más profundo de nuestɾo corazón, a Ti que eres el Dios de la vida y el amor.
Míranos, Señor, somos jóvenes con [C7]ganas de tɾansformar el mundo siguiendo tus huellas al estilo de Francisco de Asís, al estilo de Francisca de las Llagas
Somos Jóvenes Misioneros Franciscanos Reparadores, dispuestos a pregonar tu nombre, Señor, dispuestos a gritar por todo lugar, que el amor no es amado,
y que debemos amarte a Ti y aceptarte como único Señor de nuestɾa vida.
Dispuestos a sanar todas las heridas que causa el pecado en tantas personas, en tantas familias.
Como la Madre Francisca, Señor, queremos servirte y hacer que el Amor sea amado, que los hombre todos Señor, un día, puedan adorarte en espíritu y en verdad