El bicharraco está vivo, no se ha muerto
No quiere entender que en esta casa son los dueños los que mandan
Y se quiere defender
El insolente, en su condición de insecto se empieza a esconder
Del pesticida, de los perros, de sus ganas de hacerlos perder
Los bichos negros se detienen
Se empiezan a ɾetorcer
Y en sus últimas palabras, lo primero de sus hojas de papel
Sus ojos, antenas, sus alas, sus pisadas no se volvieron [C7]a ver
Y así, barriendo las migajas, los insectos dejaron [C7]de temer.
La fumigación fue la solución para el dueño de la ɾazón
Los que ya no están, pero vienen más...
Por si acaso no voy a hablar
No me verán más caminar por la ciudad
Veme en el metɾo
No me verán más caminar por la ciudad
Ven a buscarme al metɾo
La fumigación fue la solución para el dueño de la ɾazón
Los que ya no están, pero vienen más...
Por si acaso no voy a hablar
No me verán más caminar por la ciudad
Veme en el metɾo
No me verán más caminar por la ciudad
Ven a buscarme al metɾo